“Hay mucha gente en el mundo, pero todavía
hay más rostros, pues cada uno tiene varios”
Rainer María Rilke
El tiempo se encargará de evaluar en su justa dimensión el mandato de Miguel Ángel Yunes al frente del gobierno de Veracruz, mismo que entregará en unos meses.
Sin embargo y vistos los resultados (principalmente los electorales), diese la impresión de que se trató de un gobierno fallido, que llegó con enormes expectativas al poder y que se dedicó de principio a fin a jugar a las apariencias y no a las realidades.
Porque lo único que Yunes hizo fue andar de persecutor del exgobernador Javier Duarte y al final, un poquito, de enemigo político de López Obrador, ¿pero obras, acciones, resultados? ¡Ninguno!
Y este sello se mantiene en todo su gobierno, muestra clara es el fiscal especial en delitos contra los animales, Andrés de la Parra Trujillo, quien el domingo pasado acompañado de un escuadrón de policías equipados con chalecos antibalas y armas largas, montó un espectacular operativo para suspender una corrida de toros en Xico, bajo el argumento de que había menores de edad que fueron llevados por sus padres al coso.
Hablo de Veracruz, el mismo estado en donde persisten los secuestros, asaltos, asesinatos, ejecuciones, robos y demás, en la misma cantidad o peor que en los tiempos de Duarte. Para el cabal cumplimiento de “su deber” De la Parra distrajo fuerzas del orden que deberían estar protegiendo a los ciudadanos para protegerlo a él, por temor de que sus patrones, es decir los ciudadanos, se le echaran encima por clausurar la plaza en pleno evento de feria.
Fiel a la marca de la casa, el fiscal de la Parra es protagónico y exhibicionista, se grabó en un mensaje antes de iniciar el operativo y lo compartió en sus redes sociales, preocupado más por la percepción que por la realidad.
Andrés de la Parra estudió administración pública, político de carrera, es decir, no tiene estudios especializados en medicina veterinaria que sustenten su designación en ese puesto; lo que sí es evidente es que se trata de un animalista, un activista declarado, lo cual lo ubica en un extremo de las discusiones y le impide ver o escuchar a quienes tienen otros gustos o preferencias. Ese es el fiscal de Yunes.
El funcionario confunde sus filias con su deber y se olvida que también es fiscal, aunque no le parezca, de los ciudadanos afectos a las corridas de toros y eventos en las fiestas patronales como las peleas de gallos, jaripeos, la tradicional “xiqueñada” y más. Eventos que, hay que decirlo, generan una importante derrama económica, pero eso es algo que al funcionario estatal no le interesa.
Andrés de la Parra violó la ley el domingo pasado porque la fiscalía a su cargo requiere de denuncia previa, la cual no existió. Además, puso en riesgo a miles de personas, incluidos los niños a los que dice proteger, que pudieron verse involucrados en un enfrentamiento si los asistentes se hubiesen inconformado de manera violenta.
¿Es fiscal protector de animales o de niños? Andrés de la Parra es un fiscal protagónico, in fiscal de Facebook, un fiscal que emula los pasos de su jefe el gobernador y al que por ser como es los veracruzanos lo devolvieron junto con su hijo a su casa.
Habiendo tantas cosas qué defender en Veracruz y en pleno Siglo XXI, aún hay quienes creen que deben imponernos leyes para ordenarnos cómo educar a nuestros hijos. ¡Estamos fritos!
