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01/06/2018

PERCEPCIONES / Atole

“La inteligencia consiste no sólo en el conocimiento, sino
también en la destreza de aplicar los conocimientos en la práctica”
Aristóteles

Existen y se mantienen ahí por la impunidad, porque las autoridades los han dejado crecer y los rateros saben que no irán tras ellos porque no habrá denuncias que los metan en chirona.

Y sin embargo son uno de los más lucrativos negocios para los ladrones. Asaltar a los pasajeros de una unidad del transporte urbano conlleva pocos riesgos y es una operación que dura apenas unos cuantos minutos con un nivel mínimo de riesgo para los delincuentes.

La pregunta salta la vista, ¿cómo podemos aspirar como sociedad a que nuestras policías derroten a las grandes bandas grupos y carteles de la delincuencia organizada si no son capaces de poner un alto a los simples rateros de camiones?

Durante los últimos días este tipo de hechos se han incrementado al grado que han ameritado una respuesta de las autoridades. El Secretario de Seguridad estatal, Bernardo González, anunció que incrementarán la fuerza de tarea dedicada al asunto con 40 elementos vestidos de civil en los camiones, mientras la policía de Monterrey informó que instalarán dos puntos de revisión, uno en los alrededores del Hospital Universitario y otro en Arteaga y Rayón, en el centro.

Me cuestiono la intención de los responsables de nuestra seguridad porque lo primero que debo preguntar es: ¿cómo llegan a tan sabias determinaciones para combatir el delito; es que acaso sus estrategias están sustentadas en datos duros basados en el historial y archivo histórico o simplemente le están pegando al meme?

Por años hemos sabido que los asaltos se dan con gran frecuencia en la zona de las colonias Altamira, La Boquilla y Sierra Ventana, en el sur de la ciudad; también sabemos que la Colonia Independencia es zona de conflicto, como lo es el rumbo de la Y Griega. ¿Por qué no actúan ahí?

Me detengo a pensar en si poner policías de civil arriba de las unidades será la mejor de las respuestas o si, esos policías pueden contar con un sistema de comunicación enlazado con unidades que circulen detrás de los camiones para poder actuar de inmediato y atrapar a los ladrones.

La mejor herramienta para erradicar esta práctica es la disuasión mediante el miedo a ser capturados y, una vez en flagrancia, no tener que ocupar las denuncias para que los malandros no puedan evadir la acción de la justicia. Cuando sepan que corren riesgo de ser detenidos y que además al actuar en pandilla cometen un delito grave que alcanza más años de cárcel, dejarán de hacerlo.

Pero la respuesta que hoy nos dan nuestras autoridades sabe más a atole con el dedo que a una verdadera intención de arreglar las cosas.

ftijerin@rtvnews.com