“Lo que se considera ceguera del destino es en realidad miopía propia”
William Faulkner
Parafraseando el dicho popular, “si quieres conocer a un hombre, dale un cargo público… y la oportunidad de que lo entreviste un reportero”.
La fama los transforma al grado de confundir la realidad, sin importarles el alterar los hechos.
El afán protagónico de Julio César Puente, presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad en Nuevo León, lo hace extraviarse y confundir la “gimnasia con la magnesia”.
Desde hace ya muchos años somos muchas personas las que exigimos públicamente que nadie, nadie, politice los temas de seguridad, pero parece que sembramos en un desierto.
Con una visión simplista, pero sobre todo alejada de la realidad, Julio César Puente dice que nuestros responsables de seguridad descuidaron su trabajo por andar en temas electorales, en relación con la ola violenta que se registró el pasado fin de semana.
El sagaz Presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad seguramente cree que el solo hecho de ocupar el puesto le ha instalado profundos conocimientos y teorías de avanzada para emitir opiniones sobre el tema más delicado de los últimos tiempos en nuestra entidad.
Con una ligereza que asombra, Puente declara: “Si se pierde una caja (electoral) ya hay datos muy precisos para todo, para que dedicarle tanta fuerza, para que distraer a las unidades y a los efectivos, ese es el atractivo para quienes están al margen de la ley”.
Pero resulta que los ataques a diversos bares del área metropolitana se dieron la noche de sábado para domingo, es decir, cuando aún no se instalaba ninguna casilla y por tanto no existían “cajas” (por favor que alguien le avise que se llaman urnas).
Dijo también que los grupos delincuenciales están desafiando y enviando un mensaje a las autoridades. ¿Qué mensaje, cuál desafío? La lógica de este hombre espanta a cualquiera.
Por principio Julio César Puente debería tener respeto por los ciudadanos de Nuevo León y abstenerse de emitir juicios con tanta ligereza; tiene un puesto para el que, visto está, carece tal vez no de la preparación, pero sí del criterio necesario para ocuparlo.
Las brillantes “ocurrencias” del Presidente del Consejo Ciudadano, que estoy seguro habla por si mismo y no por los integrantes del organismo, no aportan absolutamente nada y únicamente sirven para sembrar incertidumbre en la población.
Alguien debería recomendarle a este señor que si no tiene nada claro, lógico y sustentable qué decir, lo mejor es guardar silencio, porque desinforma a la sociedad con sus teorías simplistas; decir que las autoridades deben “establecer mejores estrategias de comunicación para reaccionar de manera oportuna” equivale a no decir absolutamente nada.
Puente tiene que entender que sus posturas insultan la inteligencia de las personas serias y agravian a las víctimas de la violencia; su trabajo no es salir en los medios, sino aportar desde la sociedad civil soluciones, no en la prensa insisto, sino en el seno del organismo que para nuestro infortunio preside.
“Calladito se mira más… (y aquí póngale usted lo que desee, porque bonito no puede ser).