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15/05/2018

PERCEPCIONES / Contra

“La estupidez insiste siempre”
Albert Camus

Si el propósito de los debates presidenciales es que los ciudadanos conozcan a los aspirantes y sus propuestas, sigo sin comprender el maquiavélico juego de imponer e imponerse limitantes, reglas, barreras, pretendiendo defenderse pero al mismo tiempo cerrando la posibilidad de atacar a los contrarios.

A fuerza de reglamentarlo todo terminando haciendo emisiones light en donde no dicen nada y sin apoyos, sin otros recursos, terminamos por verlos en un aburrido programa en el que las réplicas y contrarréplicas son meras simulaciones.

A ver si de una buena vez entienden. Sí, los dardos envenenados le ponen sabor al asunto, pero no son lo más relevante ni determinan el sentido del voto.

Lo que de verdad importa es qué proponen, cómo es que pretenden llevarlo a la realidad, si sus planes son viables, técnica y económicamente posibles, con unidades de medida, verificables, para poder así establecer compromisos claros, pero también saber a qué se atienen si acaso no son capaces de cumplir con la palabra empeñada.

A pesar de lo que digan, entre más limitantes ponen menos interesantes los hacen y más acartonados los vuelven.

Creo, reitero lo dicho hace algunas semanas, que sería mejor el darles un tiempo, con reglas claras y ahí sí limitaciones en cuanto a recursos técnicos y económicos, para que expusieran con amplitud y despliegue sus ideas, pensamientos y propuestas, con producciones hechas invocando su mejor esfuerzo para convencer al electorado, no simplemente que se viese bonito, sino conceptos de peso para dejar en claro sus compromisos.

Porque así como están es un juego de decir sin decirlo, de defenderse sin atacar y de atacar pero suavecito, sin rozar al contrincante, insinuando, sugiriendo, lo cual no termina por ser una verdad absoluta sino un mero acercamiento. México merece más.

Lamentablemente contamos en nuestro país con una autoridad que considera que su papel es meramente restrictivo y que su función es la de acotar los espacios, cuando debería ser al revés, abrirlos para propiciar el conocimiento en amplitud de lo que los candidatos proponen.

En medio de tanto defenderse se pierde la esencia de las cosas y sería ideal el que volviesen a lo básico, pensando en función no de cerrar los espacios a los ataques entre unos y otros, sino de aportar a los votantes elementos de juicio para emitir su sufragio.

ftijerin@rtvnews.com