“Tantas veces va el cántaro al agua…”
Refrán popular
¿De qué sirve que el mundo entero machaque e insista en que las mujeres denuncien la violencia familiar, si cuando lo hacen las ignoran?
Connie Janeth denunciaron en 15 ocasiones su esposo por hechos de violencia doméstica; nunca hubo castigo, alguna multa económica y un par de horas tras la rejas.
Pareciera que a la pobre mujer las autoridades no le creían o no la tomaban en serio. En alguna ocasión en la entonces Procuraduría de Justicia desestimaron su denuncia porque, a decir del personal de Periciales, no presentaba daño sicológico y no judicializaron su caso.
Y tantas veces fue el cántaro al agua, hasta que se terminó quebrando.
Connie ha por fin dejado de sufrir; su pareja la asesinó y además secuestró a la hija de ambos de cuatro años de edad.
¿Qué tienen qué hacer las mujeres como Connie para ser tomadas en serio? ¿Por qué estas historias siempre terminan igual?
De nada sirven las campañas y llamados a que las agredidas acusen a sus maltratadores si la autoridad no cumple con su responsabilidad.
¿Es que acaso tienen que terminan muertas para que de verdad les crean?