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30/08/2018

PERCEPCIONES / Culpa

“Las injurias son las razones de los que tienen culpa”
Jean Jacques Rousseau

Si de algo hay que culpar a las inútiles autoridades electorales de Nuevo León, me refiero a la Comisión Estatal Electoral y sus apéndices en Monterrey y Guadalupe, es de sembrar el odio y la discordia entre los habitantes de la zona metropolitana.

Porque de haber hecho bien su labor, no se vivirían hoy tantos encontronazos entre personas. En democracia se gana o se pierde por un voto, pero siempre y cuando tengamos todos la certeza de que ha sido un proceso limpio y la verdad aquí todo fue un cochinero, no por culpa de los ciudadanos, sino de los árbitros que se empeñaron en enlodarlo todo.

Uno de los placeres culposos que tengo es dormir una siesta; el sueño reparador de la tarde me ayuda a recuperar energías. Pues ahí tiene usted que a mitad de mi gozo vespertino suena el timbre con insistencia, despierto y en la puerta aparece una vecina con unas hojas pidiendo firmas y el número de tu credencial de elector “para llevarlas al Trife y que sepan que no estamos conformes con que hayan invalidado nuestra casilla”.

De no ser porque el tema me interesa la hubiese mandado a freír espárragos en dos patadas, pero despertó mi curiosidad y empecé a cuestionar: ¿Y sabe usted por qué se invalidó nuestra casilla? Y la respuesta fue inmediata: “Pues porque los priistas son unos cochinos, rateros”. Y vuelvo a la carga: ¿Y si así fue, por qué les dieron el triunfo? –“Pues por lo mismo, porque hicieron un robadero para ganar”. Y sigo preguntando: A ver vecina, usted que sabe tanto, ¿tiene usted certeza de que las actas de la casilla estaban completas, firmadas y que coincidían con los resultados publicados; sabe usted que las urnas fueron selladas y que fueron entregadas debidamente en la Comisión Municipal bajo estricta custodia? – ¡Claro que sí, si los funcionarios de casilla se fueron hasta las dos de la madrugada, pero todo es culpa del PRI!.

Entonces usted protesta porque no está de acuerdo con el resultado y quiere que gane el PAN, no porque defienda nuestros votos, le digo y de entrada lo niega, pero lo termina aceptando.

Después de felicitarle por su determinación de participar haciendo algo, le comento que no estoy seguro de cómo fue el proceso y que lo más triste del caso es que su esfuerzo terminará en una queja sin mayor repercusión, ante lo que, hecha un basilisco, se retiró murmurando algo así de que “por eso están las cosas como están”.

Respeto la opinión de mi vecina, sin embargo no todo el mundo tendrá el nivel de paciencia y tolerancia (sobre todo cuando te interrumpen la sagrada siesta), para tratar de discutir el tema sin apasionamientos ni fanatismos y gane quien gane, una discusión así tendrá consecuencias de futuro para la buena vecindad.

Por ello es que me revienta la inútil actuación de nuestras autoridades electorales que aún hoy se lavan las manos y se dicen pulcros, transparentes y profesionales, cuando por su culpa aún seguimos discutiendo quién ganó y quién perdió.

ftijerin@rtvnews.com