“Solo le pido a Dios,
que la guerra no me sea indiferente,
es un monstruo grande y pisa fuerte,
toda la pobre inocencia de la gente”
León Gieco
Nunca como hoy tanta certeza estaría causando tanta incertidumbre.
Me queda claro que no debemos cantar “este arroz ya se coció” como muchos fanáticos ordenan; vivimos en una democracia y la verdad la conoceremos hasta el momento en que sea contado el último voto de la última casilla.
A estas alturas ya estoy un poco harto de escuchar teorías sobre lo que puede ocurrir el 1 de julio, lo que sucedería en caso de a partir del 2 de julio y toda la gama de posibilidades que pueden pasar llegando el nuevo gobierno.
Y es justamente derivado de ese cansancio que recuerdo que hará cosa de dos meses escribí sobre el fenómeno del “ya ganó” en el que muchísimos electores no acuden a las casillas pensando que la elección ya está escrita y resulta que su inacción termina siendo el detonante que le da la historia un giro brutal.
Al final sólo se trata de fríos números que bailan una danza que te permite ganar o perder. De esta manera y con base en tendencias históricas, así como la georreferenciación, puedes saber qué le conviene más a cada aspirante: que los votantes salgan en masa a participar o que se queden sin acudir a las urnas.
La encuesta es una mera referencia de la que difícilmente se tiene certeza; ya la historia nos ha demostrado que han cometido gravísimos errores en el pasado reciente. Las campañas de verdad se mueven en base a herramientas de mayor precisión, análisis estadístico y la tendencia geográfica; quien sepa mover los hilos necesarios al ritmo y fuerza exactas, será quien gane la elección.
En responsabilidad debemos recordar que vivimos en una democracia en la que se gana o se pierde por un solo voto, aquí no hay, hasta ahora, segunda vuelta y cualquier cosa, reitero, cualquier cosa puede suceder.
Sólo pido que termine como termine esta historia, sea de la mejor manera para México y los mexicanos, que la decisión que se refleje en las casillas nos deje en paz y nos mantenga unidos, comprendiendo que el tema fue un capítulo más de nuestra historia y que debemos dar vuelta a la página para seguir avanzando.