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21/05/2018

PERCEPCIONES / Dispendio

“A muchos sólo les motiva el dinero para ser honestos”
Carlo Dossi

Todo empezó porque la periodista Denise Maerker dijo que había renunciado a sus honorarios por aparecer como moderadora en el debate presidencial; luego se supo que el monto asignado para ese concepto entre Sergio Sarmiento y Azucena Uresti era de poco más de 243 mil pesos. Ante la decisión de Marker y el escándalo, Uresti tuvo que renunciar también al pago.

Evidentemente la asignación de los honorarios a los conductores de la transmisión televisiva está fuera de toda realidad y, siendo honestos, aparecer en esas emisiones debería ser una cuestión de orgullo. ¿Quién determina los montos a pagar?, porque si el pago a los moderadores parece excesivo, le tengo noticias que lo harán irse de espaldas.

Cada minuto de los 120 que duró el primer debate nos costó a los mexicanos poco más de 91 mil pesos más IVA. ¿Cómo?

Excesivo el pago de casi dos millones de pesos por concepto de “servicio de grabación, distribución y transmisión”, pero el asunto no para ahí ya que se erogaron casi 8 millones 700 mil pesos por “preparativos, logística, atención de asistentes y medios de comunicación” (¿pues qué les dieron?).

Mire usted cómo serán de considerados que le pagaron un millón 380 mil pesos al equipo de producción. ¿No se supone que el debate lo coordina el INE y sus empleados ya reciben un salario?

¿Más de cuatro millones de pesos en escenografía, aforo e iluminación?

Si ya habíamos consignado gastos para atención de asistentes y medios de comunicación, ¿cómo es que aparece de nuevo un rubro parecido denominado “atención a asistentes y prensa” por el que se pagaron un millón 453 mil pesos?

Cada aspirante, incluida Margarita Zavala que todavía contendía, tuvo “atenciones” por 40 mil pesos.

Y para cerrar con broche de oro, los infaltables “servicios adicionales” que sumaron más de un millón y medio de pesos.

Este no es el precio de nuestra democracia, sino la evidencia clara de un dispendio inmoral al que alguien debería poner freno.

Los debates bien podrían realizarse en cualquier televisora pública, de cualquier lugar del país que cuente con estudios, iluminación y espacios, sin cometer estos excesos.

Esto es un insulto para los mexicanos.

Creo, finalmente, que tanto Denise como Azucena se equivocaron, porque más que renunciar a ese dinero que seguramente algún vivales del INE se va a embuchacar, tendrían que haberlo recibido e inmediatamente destinarlo a una obra de beneficencia para asegurarse de su buen fin.

Más que un dispendio, esto es una mentada de madre.

ftijerin@rtvnews.com