“El verdadero caballero es el que solo predica lo que practica”
Confucio
Siempre he creído que Pedro Garza Treviño es un buen hombre, que no sólo profesa, sino que practica en su vida diaria lo que ordena su religión, tanto y al grado que en el ambiente político se ha ganado el mote de “El Hermano Pedro”, sobrenombre nacido del famoso guerrillero regio de los 70’s, pero en el caso del ex alcalde guadalupense basado en su fe y buenos sentimientos.
Y sí, es campaña y hay que pelear con todo y, como en la guerra y el amor todo se vale, pero me parece sumamente extraño que alguien con los valores de Pedro Garza avale la deplorable campaña que desde hace tiempo se difunde en redes sociales mediante presuntos medios de comunicación que se dedican sistemáticamente a golpear a la candidata del PRI, Cristina Díaz.
Me extraña porque no es de hombres tirar la piedra y esconder la mano y me extraña aún más de alguien que suponía practicaba la buena fe y los valores.
Pero es que son tantas las coincidencias entre la publicidad en redes sociales y las pretendidas denuncias contra Cristina de parte de los libelos, que no me queda más que pensar mal.
Estilo, tipos de letra, sintaxis, son solo algunas de las coincidencias entre los post que promueven al Hermano Pedro y las denuncias públicas contra la aspirante tricolor.
Y ponga usted que Pedro no está enterado y que la operación de esta guerra sucia está a cargo de alguna retorcida mente panista, de esas que se la pasan publicando y quejándose en todas partes de que les hacen y les dicen cosas pero no hablan igual cuando ellos son los que realizan el cochinero.
Pero el que Pedro no esté enterado no lo exime de responsabilidad, porque él es el beneficiario de estos ataques, de manera que por lo menos debería investigar y saber quién en su entorno es el encargado de patrocinar algo tan ruin y tan bajo.
Más allá de las denuncias, la sociedad está cansada de las dobles caras, de la incongruencia de los políticos, del doble discurso, de su falsa moral. Los buenos oficios y deseos de Pedro se caen por tierra y la gente no es tonta, aunque los sesudos colaboradores blanquiazules de Garza Treviño así lo piensen, porque no los engañan. El principal preocupado de que estas deleznables publicaciones cesen debe ser Pedro y nadie más.
Allá él y su conciencia, porque con tamaña carga sobre los hombros no puede presentarse al templo y mucho menos al pueblo prometiendo justicia, rectitud, honestidad y verdad.
La integridad es una y más que en la palabra, debe sustentarse en los hechos.
