“Mucha gente piensa que el fútbol es un juego a vida o muerte,
pero es mucho más importante que eso”
William Shankl
Llevo apenas dos de los 45 días que faltan, todavía faltan dos semanas para que en realidad empiece la Copa del Mundo de Futbol, y juro que ya estoy empezando a desesperarme porque en mi entorno se cuelan por doquier todas esas historias relacionadas este acontecimiento internacional.
Me gusta el futbol, pero sin apasionarme como muchos de mis amigos que lo tienen casi por religión. Será quizá por ello que a mi me ven de manera extraña cuando se enteran de las peripecias que hago para ver corridas de toros. Cada cabeza es un mundo.
Pero junto con los recuerdos de Pelé, Maradona, Carlos Alberto, Beckenbahuer y las demás estrellas del balompié y todo lo que puedas imaginar acerca de Rusia y sus sedes mundialistas, también inicia la fase final de las campañas presidenciales de nuestro país y queda aún un largo mes por delante.
Preocupante la mezcla explosiva de campañas políticas altamente polarizadas y el futbol. Para ponerse a pensar, además, un amplio margen de ventaja, según las encuestas, del puntero sobre el resto de los contendientes; ¿qué puede pasar? Los escenarios son muchos.
Una cosa son las predicciones de las encuestas y otro los resultados de la elección; en los últimos tiempos hemos visto cómo las predicciones han fracasado rotundamente.
Hace unos días en una mesa de discusión veía a representantes jóvenes de los aspirantes presidenciales debatir y particularmente el de Morena en un momento dado se colocó en una posición de “¿van a aceptar el resultado de la elección sí o no?” ante una pregunta incómoda y no hubo quien lo sacara de ahí.
Lo anterior hace que me cuestione, ¿aceptará Andrés Manuel los resultados si no le son favorables?
Imagine el escenario con el añadido de la efervescencia del Mundial Futbolero en su máximo esplendor.
Y encima este calor infernal que no lo deja estar a uno en ningún lugar.
Vienen semanas complicadas, habrá que estar preparado para todo.