“Actúa siempre con acierto. Esto tranquilizará
a algunas personas y asombrará al resto”
Mark Twain
Así como que “santa de mi devoción” Karina Barrón nunca lo ha sido.
Primero porque se hizo candidata a diputada local en el PAN de una forma poco clara y un fuerte olor a arreglo por debajo de la mesa. Después porque ya instalada en la curul, a los cinco minutos dejó el PAN y se convirtió en “independiente” y después porque cuando le resultó “oportuno” se puso un moñito naranja en el cuello y ya era de Movimiento Ciudadano, aunque esta última jugada no le ha salido.
¿Será por aquello de “el que a hierro mata, a hierro muere”?
Pero hoy quiero reconocerle a Karina una excelente acción: el haber propuesto instaurar la Medalla “María Elena Chapa Hernández” para que sea entregada anualmente en el Día Internacional de la Mujer.
La labor de María Elena requiere de ese y muchos reconocimientos más, porque ha luchado a brazo partido durante largos años por las mujeres quienes si hoy tienen algo es gracias a la labor de la brillante nuevoleonesa.
¡Bien por Karina!
Ahora sólo falta que una vez aprobada la iniciativa, designen un comité de selección y que la fórmula y proceso de elección de la ganadora de este y los años subsecuentes sea transparente y no obedeciendo a consignas o encargos, como sucedió el año pasado cuando de la noche a la mañana se inventaron un reconocimiento a la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich.
Y aprovechando el viaje de una vez le propongo que en este primer año (la medalla en caso de aprobarse se estaría entregando por única vez en abril), se considere el nombre y trayectoria de mi querida Rosaura Barahona.
Podré no estar de acuerdo en muchas cosas con Karina Barrón, pero en esta sí.
