“La obra maestra de la injusticia es parecer justo sin serlo”
Platón
Alessandra Rojo de la Vega, diputada ella del Partido Verde, vaya usted a saber por qué o por quién, propuso la semana anterior en el Congreso de la Ciudad de México, reformar la Ley para la Celebración de Espectáculos Públicos y eliminar las corridas de toros en la capital del país.
La legisladora que hasta antes de alcanzar un escaño sólo se distinguía por aparecer en revistas del corazón y en cuestiones “fifí”, de pronto salta a la palestra y promueve una iniciativa de la que estoy seguro no tiene remota idea de sus alcances.
Me cuestiono si la propuesta de la diputada fue hecha por ella o por el inefable Jesús Sesma, culpable de que miles de animales que estaban en los circos de México hayan sido abandonados y hoy estén muertos, pero eso sí, bajo el argumento de protegerlos del maltrato animal. Después de la tunda recibida, a Sesma no le quedaron ganas de poner la otra mejilla, pero encontró a quién le sirviera para hacer su iniciativa.
Alessandra Rojo señala en un video que hay en Internet que ama los animales y tal vez por ello es que quiere prohibir las corridas de toros, sin embargo la ingenua legisladora propone sobre las rodillas, porque si tuviese conocimiento y conciencia sabría que su iniciativa lejos de ayudar, acaba siendo como la incongruente medida apoyada por su partido e impulsada por Sesma que acabó con la vida de miles de animales.
¿Sabrá acaso Alessandra del negocio y los dineros provenientes de fundaciones internacionales que “alguien” se embolsará si se prohíben los toros?
La diputada dice en el mismo video que está en contra de las injusticias. ¿Sabe acaso Rojo de la Vega la cantidad de puestos de trabajo que genera un solo festejo taurino? ¿Sabe a cuántas familias dejará sin sustento? ¿No le parece una injusticia?
Pero no sólo eso, ¿tendrá la diputada una idea clara de cuántas reses en México mueren por inanición, por sequía o por inundaciones sin que ninguna autoridad haga algo al respecto? ¿Estará enterada la diputada que miles de reses mueren abandonadas en los ranchos ocupados por integrantes del crimen organizado que los toman pidiendo cuotas de piso a los propietarios a los que no les queda más opción que dejarlo todo?
Suponiendo, que no es el caso, que la mitad de los domingos del año se diesen toros en la capital del país, estaríamos hablando de alrededor de 156 bovinos que participan en estos festejos, nada en comparación de los animales que mueren por las causas antes descritas.
Como mexicana Alessandra Rojo tiene todo el derecho de votar y ser votada, así sea “niña bien”, pero lo que no es correcto es que legisle sobre las rodillas, que haga propuestas sin estar enterada, que piedra su tiempo y haga que los demás diputados lo pierdan sin tener plena conciencia de lo que hace y de las repercusiones que sus actos conllevan.
Miente Alessandra Rosaldo cuando afirma que el 70% de los habitantes de la capital están en contra de los festejos taurinos. Sólo un mínimo porcentaje está en realidad en contra y una inmensa mayoría se ubica en el “no sé o no me importa”. No se vale mentir para hacer leyes.
Legislar lo es salir en el “Quién”, “Caras” o “Clase”. Hacer leyes va mucho más allá y si de verdad quiere saber de lo que habla, sería prudente que se acerca y pidiese opinión, que se enterara de los alcances de lo que pretende hacer, que por lo menos tuviese la decencia de enterarse, antes de seguirle la corriente a su compañero de partido y de hacer propuestas que parecen muy bonitas pero que en el fondo son una completa aberración.