“Todo según el color del cristal con que se mire”
Ramón de Campoamor
Cuando debido a las obras de reconstrucción por los daños provocados por el huracán “Alex” se determinó que las avenidas Constitución y Morones Prieto, que flanquean en el norte y sur, respectivamente, al Río Santa Catarina, tuviesen la circulación en un solo sentido, surgió la campaña publicitaria de “pa’llá y pa’cá”.
Así más o menos, “pa’llá y pa’cá” está el enfoque de lo que es la democracia y justicia y, en contraparte, el cochinero y el robo, en el caso de las elecciones para las alcaldías de Monterrey y Guadalupe, según algunos dirigentes partidarios.
Y es que mientras se determina en la mesa quién fue el triunfador de los comicios, la presión, amenazas y el juego mediático hacen su trabajo.
Ahí está Raúl Gracia, el senador panista, que confiando plenamente en los Magistrados
advirtió que “un fallo en contra para favorecer al PRI representaría una aberración y un vil robo”.
Y como para meterle más presión a la olla el panista anticipó que de darse una resolución en contra recurrirían no sólo a la defensa legal sino a pelearlo por la vía penal, y a promover un juicio político y la destitución de los magistrados.
Igualito que los fans de los equipos futboleros, que cuando el árbitro marca un foul en contra de su equipo le aplauden y le dicen “árbitro justo”, pero cuando es en contra le mientan la madre y no lo bajan de “ratero”.
Y pensar en todo lo que nos estaríamos ahorrando si el día de la elección la Comisión Estatal Electoral hubiese cumplido con su misión y no hubiera hecho el cochinero que hizo… al final habrá pleito grande, porque cualquier decisión, así la sigan posponiendo, terminará con escándalos, gritos y amenazas.
Lo simpático es ver quién gritará más fuerte en esta democracia del “pa’llá y pa’cá”.