“Si en el firmamento poder yo tuviera,
esta noche negra lo mismo que un pozo,
con un cuchillito de luna lunera,
cortaría los hierros de tu calabozo”
Antonio Quintero – Rafael de León – Manuel Quiroga
Opinar implica tomar posiciones y para ello sería ideal el que antes de dejar que la víscera, tus filias o tus fobias te ganen, indagar un poco sobre los temas que se abordan.
Piedras del mismo río, me toca muchas veces coincidir y otras tantas disentir de lo que mis compañeros o amigos opinan; siempre respeto, aunque algunas veces no comparta sus puntos de vista, pero hay ocasiones en que la necesidad personal de fincar un posicionamiento es más grande que otra cosa.
Por distintas razones dos buenos amigos han manifestado su opinión acerca del Plan de Ordenamiento Territorial (que no Plan de Desarrollo Urbano, por favor infórmense), en Santiago, Nuevo León, criticando el procedimiento y a la autoridad.
Reitero, filias y fobias, uno porque se engancha a la primer provocación en todos los temas de protesta, ir contra el gobierno y más si se trata de asuntos que tengan que ver con el medio ambiente; el segundo sus razones tendrá, respetables sí, pero tal vez, y conste que digo tal vez, cuestionables.
Con profundo respeto cuestiono el posicionamiento de quien cuando le conviene toma como estandarte las publicaciones del periódico de mayor circulación en Monterrey, pero que las más de las veces las critica y minimiza.
En medio del margallate y sabedores de que sus posibilidades de triunfo en la próxima elección son mínimas, varios candidatos a la alcaldía se sumaron a la protesta firmando un desplegado en contra de la consulta y el plan, sin tomar en consideración antecedentes y a quién en realidad le estaban dando su aval. Peor aún, personajes que para mi eran respetados y respetables en esa comunidad, se montaron en el caballito para apaciguar sus frustraciones personales, perdiendo el activo de una credibilidad ganada durante largos años.
No critico a quien defiende lo que considera es su interés. Lo que me parece extraño son los tiempos en que esto sucede, siempre cerca de elecciones.
Me hubiese gustado que mis amigos, los candidatos y también los personajes, indagaran un poco sobre los antecedentes del tema y también de las personas que están detrás del asunto para que antes de tomar participación hubiesen normado criterio y definido su posición con bases firmes. Pero no ha sido así, les han ganado las filias y las fobias.
Hoy, no puedo menos que como la canción que interpretaba “La Faraona” Lola Flores, sentir por ellos “penita, pena”.