“Una tras otra…”
Paco Stanley
Felipe de Jesús Cantú Rodríguez, aspirante del PAN a la alcaldía de Monterrey, insiste en repetir su historia y cometer errores en su campaña, eso sí con bastante consistencia, uno tras otro, como diría Paco Stanley.
Resulta extraño que un viejo lobo de mar como lo es Felipe no termine de entender que en política las cosas no son lo que realmente son, sino lo que parecen y que lo único importante es campaña es aquello que te significa votos; ni lo legal, ni bonito, el trabajo del candidato y del equipo de campaña es buscar votos y no perder tiempo en otras cosas.
Es increíble que un hombre de su edad no entienda que el acudir a la Comisión Estatal Electoral a quejarse de que le publicaron noticias falsas sobre él y Margarita Arellanes significa en términos simples y llanos equipararse con “Quico”, el personaje de Chespirito, que cuando algo no le parecía amenazaba a todos con ir a acusarlos con su mamá.
No creo que tenga que ampliar las implicaciones de la interpretación anterior. Ir a lloriquear ante la maestra que otro niño del salón te sacó la lengua o te hizo caras, no es el perfil que los ciudadanos buscan para que se haga cargo de protegerlos en sus personas y bienes, como tampoco en cuidar de su patrimonio y su ciudad.
¿Quién diantres le recomienda hacer tantas estupideces a Felipe y por qué el mismo Felipe las hace sin detenerse a pensar?
El panista sigue el mismo camino de hace tres años en su campaña para gobernador cuando en su spot promocional se sentó en una reja de tomates frente a la estatua de la Independencia en un célebre mensaje que no decía nada, pero que gráficamente mostraba el verdadero nivel del candidato.
Cantú Rodríguez debe entender que para él este es “la última carcajada de la cumbancha” y que si no gana esta elección estará muerto políticamente, así que debe ponerse las pilas y hacer que cosas cosas funcionen.
Claro, si no es que lo que realmente desea es que en lugar de Felipe le digan “Quico”.
