“La sociedad no puede en justicia prohibir el ejercicio
honrado de sus facultades a la mitad del género humano”
Concepción Arenal
En los últimos tiempos cuando el Gobernador de Nuevo León ha ejercido su derecho a vetas una ley, la sociedad ha criticado la medida; hoy debemos reconocer que ha sido justa y sobre todo necesaria. Ocurrió con Rodrigo Medina y ha sucedido con Jaime Rodríguez Calderón.
Pero siendo honestos el veto impuesto por el titular del Ejecutivo en contra de la reelección de los integrantes de la Comisión de Transparencia y Acceso a la Información ha sido el más justo y más acertado de todos.
Elefante blanco, institución plagada de escándalos y opacidad, monstruo sin utilidad, la Comisión ha constituido un verdadero agravio contra los nuevoleoneses porque no ha servido para maldita la cosa a lo largo de su historia y porque encima se regodea de sus nulos resultados.
En días recientes y con recursos de los nueevoleneses, tuvo el descaro de publicitar en una campaña pagada los ínfimos resultados de su último año de gestión, números que constituyen un agravio y un insulto, porque comparados con el costo que significan en pesos y centavos para cada habitante del estado, terminan siendo acciones carísimas que resultan un verdadero agravio.
Seamos claros, su función no se conoce con certeza y lo que dice el papel no se refleja en la realidad. Transparencia es lo que menos tienen y todo lo que hacen tiene un enorme tufo a alineación partidista que termina siendo un agravio para los nuevoleoneses.