“Lo absurdo de una cosa no prueba nada contra su existencia,
es, más bien, condición de ella”
Friedrich Nietzsche
¿Cuál será la lógica de Víctor Fuentes, el alcalde San Nicolás, y de Clara Luz Flores, alcaldesa de Escobedo, al anunciar que buscarán “flexibilizar” las pruebas de control de confianza para contratar policías por el déficit que tienen de estos?
Visto está que las dichosas pruebas no sirven de mucho, porque hemos visto casos de quienes las han aprobado y resultan los peores malandros y otros en los que policías de verdad, con carrera y probidad, las han reprobado; pero resulta que son la única aduana con la que contamos hasta ahora.
Argumenta Fuentes que en algunos casos de diez prospectos siete son rechazados, a pesar de que ya se invirtió dinero en su capacitación y por ello es que propone modificar los exámenes, hacerlos más “light” para que una mayor cantidad de aspirantes pueda aprobarlos.
Visto así, ¿no sería más sencillo aplicar exámenes previos a los cadetes antes de meterles dinero en su capacitación? ¿Por qué no poner el control antes y sí después?
La propuesta de Víctor será redactada por Clara Luz y avalada por la Asociación Metropolitana de Alcaldes, ¿es que viven en otro planeta, no se han dado cuenta del incremento en la cantidad de delitos, no han visto el crecimiento de ejecuciones en los últimos tiempos?
Depurar a las policías costo un enorme trabajo como para que, nomás de su brillante inteligencia, los alcaldes metropolitanos lo echen todo a perder. Opinar cuando se cuenta con todo un cuerpo de escoltas es sencillo, pero abrirles la puerta a los narcotraficantes y grupos de la delincuencia organizada es algo que nos atañe a todos.
No señor, el asunto debe ser al revés, endurecer los exámenes para que los pocos que los aprueben sean de toda nuestra confianza. ¿De verdad no pensaron en aplicar exámenes previos al interior?
Preferimos pocos y mejor pagados pero confiables, a un montón de infiltrados que más temprano que tarde nos darán problemas.
Lo único que queda probado es la incapacidad y falta de inteligencia de nuestros alcaldes.