“Gobernar es el arte de crear problemas
con cuya solución mantiene a la población en vilo”
Ezra Pound
A raíz de un comentario que hizo este domingo en Facebook mi querido amigo el ingeniero Evaristo Gaytán Parra sobre una señal de tránsito colocada de manera indebida que puede provocar accidentes, me recordé de la propuesta que desde hace tiempo hizo mi compañero de página, el letrado don Chava Portillo, acerca de una manera fácil, sencilla y barata, de facilitar el tránsito en el eje oriente poniente al sur de Monterrey.
Propone don Chava que se eficiente la avenida Río Nazas, en el sector conocido como “La Boquilla”, prohibiendo el estacionamiento de vehículos sobre el carril derecho en ambos sentidos, lo que agilizaría la circulación y bajaría la utilización de otras vías como Alfonso Reyes y Bulevar Acapulco.
Pero la solución, práctica, sencilla, económica y sobre todo viable, implica ponerle “pantalones” al asunto, porque hay un montón de negocios de raza bastante brava de ese sector.
Medidas así se supone ya están en funcionamiento, por ejemplo en la prolongación de Alfonso Reyes desde el Río La Silla hasta Revolución, en donde por cierto los señalamientos indican que se prohíbe estacionarse de las 6 a las 9 horas, en lugar de decir de las 6 a las 21.
El problema es que nadie hace caso. Como tampoco lo hacen en los pares viales del primer cuadro. Basta circular cualquier día por la calle de Santiago Tapia o por Isaac Garza, para percatarse de que el ordenamiento está de más. Lo extraño es que en Arteaga o Carlos Salazar, pares desde hace muchos años, no ocurre lo mismo, como tampoco sucede en Ruperto Martínez o Washington.
Andan pensando en grandes obras y las soluciones las tenemos a mano, pero insisto, hay que ponerle “valor” al asunto y sobre todo vigilar que la ordenanza se respete.
Hace falta supervisión, pero fundamentalmente hace falta conciencia social, responsabilidad, un poquito de decencia y buena vecindad para comprender que el importamadrismo es el principal enemigo al que debemos vencer.
La propuesta de don Chava, una buena solución a los problemas, ahí está.