“¿Cómo quieren tener candidatos si las moscas
le sacan la vuelta a sus oficinas?
Yomero
La “inteligente” propuesta de Roberto Gallardo, director de Enlace con la Sociedad Civil de Movimiento Ciudadano, de integrar las planillas de los cabildos metropolitanos a participar en las elecciones de 2018 con un método “democrático”, en el que cualquier persona podrá participar como regidor y síndico, incluso sin afiliación política, suena a mala broma.
Y más aún, que una vez conformada esa planilla sea la encargada de elegir al candidato a alcalde, es inviable, impráctica e imposible, además de inodora, incolora e insípida.
Porque los aspirantes tienen que inscribirse en una página de internet (se terminó la democracia porque se limita sólo a quienes tengan la herramienta) y después deben pasar dos cursos que imparte la CEE, para después… ah caray, ¿qué pasa después y cómo lo eligen?
Imagino la escena y trato de ponerle seriedad al tema, pero no veo cómo en medio de esa extraña mezcolanza puedan ponerse de acuerdo en siquiera qué pedir de comer, menos en temas trascendentes y relevantes.
¿Cómo podrá un alcalde impulsar un proyecto, un presupuesto o una simple acción si a cada paso tendrá que negociar con cada regidor o síndico? ¿Podrán confiar tanto presidente municipal como síndico en que las cosas se hacen de manera correcta y no les llevarán “al baile” con un acto de corrupción?
La dinámica propuesta por Gallardo es absoluta y definitivamente idealista, pero también impráctica, porque irremediablemente terminará en actos de “convencimiento” mediante “favores”, lo que redundará en una galopante corrupción. Si no es así, el asunto acabará en un gobierno inmóvil por la falta de consensos.
Vaya, el ejercicio no funcionará porque no serán capaces de ponerse de acuerdo para elegir candidatos y necesariamente habrá “mano negra” de la dirigencia y no faltará quién se queje y los denuncie.
La brillante estrategia de Movimiento Ciudadano es digna de un vendedor de tamales, de esos que venden “de chile, de dulce y de manteca”.