“Lo que hoy es una herejía se suele convertir en la ortodoxia de mañana”
José Luís López Aranguren
A pesar de que se dice guerrera, revolucionaria e independiente, en cierto punto progresista, Tatiana Clouthier no ha aprendido a hacer campañas de otra forma que no sea jugando con “el librito”, por eso su llamado a los seguidores de AMLO a no repetir las críticas al tabasqueño.
Pero la hija del Maquío se equivoca rotundamente, porque la verdadera estrategia de López Obrador es la contraria, que se repliquen una y otra vez los ataques, que se hable mal de él, porque cada uno de los señalamientos lo victimiza a los ojos de la población, cada golpe según la teoría “pejista” le genera más adeptos que votos en contra, así que su “coordinadora general de campaña” anda corriendo el maratón en contra.
Tatiana no es coordinadora de nada, es si acaso una predicadora más, como lo son Yeidkol y Poncho Romo, comparsas del actor protagónico de la trama que no comparte estelares ni papeles secundarios, la campaña es él, Andrés Manuel y nadie más; el estratega es él y sólo él. El triunfo o la derrota serán suyos, de nadie más.
Pero no deja de dar cierta ternura y hasta pena ajena el ver a Tatiana repetir la teoría de evitar convertirse en “cajas de resonancia” de las críticas contra su candidato, porque lo único que consigue con ello es dejarnos ver su verdadero rol y su falta de conocimiento de la línea trazada por el abanderado de Morena que la incorporó a su equipo para aprovechar su nombre, pero no sus ideas.
