“Ver para creer”
Tomás el Apóstol
Quisiera creer en el proyecto de los consorcios del transporte del Gobierno del Estado, pero el tema, los antecedentes y el encargado me dejan más preguntas que respuestas.
Por principio ayer Jaime Rodríguez no anunció nada, porque ya no había nada qué dar a conocer, todo lo habían quemado sus subalternos con antelación, así es que fue a darse la vuelta en un camión.
No puedo creer porque hace menos de tres meses el encargado del ramo (sigo sin saber por qué diantres lo pusieron ahí con sus antecedentes), anunció con bombo y platillo un programa llamado “tres de tres cada tres a las tres” o algo así, el cual resultó un rotundo fracaso y no fue más que un mal acto de pantomima.
No puedo creer, hasta no ver, porque ignoro lo que sucederá cuando una o varias de las empresas participantes en el experimento empiecen a fallar en perjuicio de sus socios. Repito, esto me sigue pareciendo más de lo mismo, o dicho en otras palabras, en lugar de que sea un solo ladrón, ahora será delincuencia organizada.
No puedo creer porque el “timing” elegido para arrancar el proyecto coincide justo cuando están en el fuego las castañas del tema de la gratuidad en el transporte para estudiantes, adultos mayores y personas con discapacidad. ¿Es acaso un distractor?
¿Ya está arreglado con este consorcio el aportar el cincuenta por ciento del pasaje gratuito que impulsa el gobierno?
No puedo creer porque “una golondrina no hace verano” y resolver (si acaso es cierto) esta parte del problema es apenas del diez por ciento del total, así que falta ver en cuánto tiempo cierran el círculo y todavía constatar que el experimento funcione.
No puedo creer porque otros temas torales como el Metro y la Ecovía siguen sin resolverse y no se tiene claro cómo y cuándo serán arreglados.
No puedo creer porque los “encargados” se han deslindado de un asunto gravísimo como lo es la seguridad en las unidades en las que un día sí y otro también asaltan a los pasajeros. ¿Podrán estos nuevos camiones climatizados, con lector de tarjeta Feria y con cámaras evitar que los maleantes roben a los pasajeros?
No puedo creer porque los concesionarios y los permisionarios se quejan por igual -en público y en privado- del mismo encargado del tema.
No puedo creer porque “convenientemente” y para “endulzarle” el gusto al gobernador, el primer consorcio fue el de García, donde Jaime tiene afectos; ¿será ahí donde hacía falta o se trata de un truco barato de circo?
Como dijo el apóstol Tomás: “Ver para creer” y yo todavía no veo.