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27/10/2016

Último recurso

“Hay tres clases de mentiras: La mentira, la maldita mentira y las estadísticas”
Mark Twain

Existe en política un truco para los casos desesperados, cuando nada ya funciona, cuando se ha dicho todo y las cosas no salen bien, siempre queda el recurso de “engañar con la verdad”, lo cual parece un acto de contrición, pero en realidad es un recurso fácil que intenta justificar incapacidades y ganar tiempo.

Así, con esa sencillez, se puede resumir el primer informe de actividades del alcalde de Apodaca, Óscar Cantú, que sin pena ni vergüenza aceptó que le falta aplicarse más en temas como seguridad, carpeta asfáltica y alumbrado público, aunque presumió el haber ahorrado 24 millones de pesos de la nómina.

Y obvio, ante la inconsistencia del discurso uno no puede menos que preguntarse: ¿Y de qué diantres sirvieron esos ahorros si no se reflejaron en beneficios para los ciudadanos, si no pavimentaron un metro cuadrado en las calles o encendieron más luminarias, si no se adquirieron patrullas, se contrataron o equiparon policías?

A Óscar Cantú los apodaquenses lo eligieron alcalde porque les dijo que, luego de haber sido encargado del área, era la persona idónea para resolver la creciente problemática del municipio. Los resultados, a un año de gestión, saltan a la vista.

Pero no sólo eso. Cantú, convenientemente, no dijo nada del escándalo que tuvo al cesar sin justificación a su encargado de tránsito luego de que este último fue acusado, sin pruebas y de manera dolosa, por una oficial de haberla violado, motivo por el cual el hombre fue a parar al Penal del Estado y el alcalde lo cesó fulminantemente.

Óscar Cantú fue, en resumidas cuentas, un excelente candidato que al momento de llegar al cargo por el que luchó durante muchos años, resultó vano y vacío, sin ideas, estrategia, rumbo, dirección, sin mando y, lo que es aún peor, sin interés por la ciudadanía que lo llevó al puesto.

Mentir con la verdad es sencillo, aceptar que no se han dado los resultados deseados es simplemente repetir la realidad que día a día se vive en ese lugar, pero no deja de ser un truco, porque la aceptación por sí misma no resuelve nada.

Si ya en su primer informe quemó el último cartucho, ¿ahora que hará Óscar?

ftijerin@rtvnews.com