“Hay una manera de contribuir a la
protección de la humanidad, y es no resignarse”
Ernesto Sábato
Como respuesta de una sociedad que clamaba por terminar con la crisis de inseguridad que padecía Monterrey, hace 14 años se creó Fuerza Civil, un nuevo modelo de corporación que renovaría a la vieja policía de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado.
La idea fue de muchos y en su construcción participaron por igual hombres de empresa, académicos, políticos de todas las corrientes y tendencias que moldearon una policía con más altos estándares de preparación y confianza, con una imagen renovada, mejores salarios y prestaciones y sobre todo una mística en la que su lema de “Proteger y Servir” era tatuado en lo más profundo de cada elemento.
Los resultados de aquella desesperada apuesta de una sociedad no se hicieron esperar y con trabajo y esfuerzo Fuerza Civil comenzó a rendir frutos y aquella pesadilla de la inseguridad que padecíamos poco a poco se fue extinguiendo hasta devolvernos la paz y la confianza que antes teníamos.
Han pasado apenas 14 años desde su creación pero en la percepción diese la impresión de que ha sido más tiempo.
En todos estos años, lejos de mantener y apoyar a una institución probada y reconocida, con logros y merecimientos, hubo gobernantes que la ningunearon y le redujeron presupuesto; y sin embargo es tan fuerte y sólida, que sigue ahí y con el tiempo demuestra la importancia de su importante aportación a la vida de Nuevo León.
La vida son ciclos en tiempos recientes hemos tenido atisbos de que aquellas épocas violentas están de regreso, pero la respuesta de los mandos y elementos ha sido firme y decidida, al grado de lograr, en coordinación con otros niveles de gobierno, reducir los índices de criminalidad.
Es una lucha constante, de 24 horas, los 365 días del año, pero los nuevoleoneses no debemos olvidar el por qué se creó Fuerza Civil y sus logros en todo este tiempo.
La seguridad no tiene precio e invertir en Fuerza Civil es invertir en nuestra tranquilidad y desarrollo.
¡Felicidades!
