“Te pareces tanto a mi, que no puedes engañarme”
Juan Gabriel
Aunque se esmeran, y mire que mucho, en proyectar un rostro distinto al de su génesis que no es otro que su odiado PRIAN, algunos integrantes de Morena no pueden evitar el mantener su inercia y continuar con las viejas prácticas, formas y métodos, aunque hoy se sientan beatificados por el manto guinda.
Son los mismos haciendo lo mismo, porque no lo saben hacer de otra manera.
Así Judith Díaz presentó un Informe de Actividades con todo el sabor, ambiente e imagen de las viejas cargadas priistas o las concentraciones azules de finales del siglo pasado. Un auditorio lleno mostrando músculo, con letreros, pancartas y sin faltar la inocente manta hecha a mano con chaquira y lentejuela con la frase “Judith Gobernadora” que se alcanzó a ver en lo más alto del gallinero, como llamaban los antiguos revisteros a las localidades más altas de un teatro.
Vivas, loas y aplausos para quien durante todo el sexenio de AMLO se la pasó encerrada a piedra y lodo, escondida de la ciudadanía y de los medios de comunicación y que ahora, buscando ser candidata, da un giro de 180 grados y desea volver a convertirse en “la amiga de todos”.
Cada quien sabe cómo le menea a su jarro de frijoles, pero no me deja de parecer simpático, por no decir extraño, el repentino cambio de actitud y la incongruencia de predicar un discurso, pero en los hechos seguir siendo exactamente igual
