“Enfrentarse, siempre enfrentarse, es el modo de resolver el problema. ¡Enfrentarse a él!”
Joseph Conrad
En su sueño guajiro de convertirse en candidato a alcalde de San Pedro, alguien le dijo a Juan Ignacio Barragán que una buena forma de que la población se percatase de que es un hombre de trabajo, era abrir un montón de frentes por toda el área metropolitana de trabajos de Agua y Drenaje.
Lo que no le dijeron que es que no sólo se trataba de abrir las calles y dejar los pozos abiertos, sino de resolver los problemas y así, las huestes del muchacho alegre se dedicaron a crear zanjas y abrir hoyos como si estuviesen buscando petróleo u oro, abandonando luego su despiporre, colocando unas bonitas y vistosas cintas amarillas y si acaso un anuncio de que es una obra en proceso.
El resultado de este relajito es que lejos de percibir a Barragán como un hombre de trabajo y resultados, los ciudadanos lo miran como un tipo que no guarda un orden y que no es capaz de resolver los problemas.
El asunto es que hoy, con las lluvias, todos esos pozos, hoyancos, zanjas y demás, están inundados y extraer el agua que tienen significará un problema, amén de que causarán graves daños adicionales al pavimento.
Mantener un “paso que dure y no un trote que canse”, como dice el refrán, es una lección que los políticos inmaduros olvidan y aunque ya no es un chamaquito, Juan Ignacio está contaminado de sus compañeros de trabajo y comete los mismos errores de los novatos.