“Una virtud simulada es una impiedad duplicada: a la malicia une la falsedad”
San Agustín
Resulta imposible ignorar el monumental “oso” que el dúo dinámico naranja, integrado por Patricio Zambrano y la diputada Marisol González, han hecho durante los días recientes y siguen haciendo al hacer mutis sobre lo ocurrido en el Parque “La Pastora” con la osa “Mina”.
Estrambóticos, más que aguerridos, los presuntos conseguidores de likes y followers se han convertido, en un santiamén, en una pesada losa para el Movimiento Naranja, porque de haber montado un show en Santa Catarina el día del informe del alcalde Jesús Nava, que continuaron con un “live” al día siguiente, del tema de la osa enferma en el parque estatal no han dicho ni pío.
De la diputada que por fin escuchó a alguien que le dijo que dejase de vestirse, y sobre todo de acudir al Congreso, con camisetas, no resulta extraño, porque su lucha no son los animales, sino hacerle la vida imposible al alcalde de Santa, como lo es del diputado Lechuga del PAN.
Pero en el caso del “Pato” Zambrano creía que era un cisne (o tal vez un pelícano” de blanco plumaje, que podía cruzar el pantano sin mancharse y se olvidó que es solamente un pato y que al sobre exponerse terminó en medio del fango, dilapidando el escasísimo capital mediático que le quedaba, porque político nunca lo ha tenido.
A pesar de que en más de una ocasión a ha sido exhibido por sus inconsistencias e incoherencias, “El Pato” insiste y lo peor es que aún haya quien le crea, alquilándose no para buscar un puesto o, como él mismo dice, mantener el registro, sino para servir de mercenario y golpeador de enemigos políticos.
Hoy El Pato se quedó sin misiles y sigue disparando, pero ahora pedacitos de cáscara de naranja con una liga muy guanga.
